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Aprendizaje Basado en Historias


Foto de M. Dales vía Flickr

La animación a la lectura es uno de los grandes retos de nuestro sistema educativo, y las bibliotecas escolares son esa gran oportunidad que no siempre hemos conseguido aprovechar. Leer no es una obligación, sino una emoción, una aventura, un desafío... Y quizá no siempre lo hemos enfocado así. Permite que te hable de una metodología que surge de la combinación del ABP y el Storytelling. Una metodología que permite convertir una novela en un gran recurso didáctico.

El Aprendizaje Basado en Historias (ABH) es una metodología activa que promueve la investigación a partir de una historia (cuento, novela o película). Parte de la generación de un vínculo emocional hacia la historia y culmina con un producto de aplicación del aprendizaje a partir de la creación de historias propias.

Para diseñar esta metodología me he basado en mi propia experiencia con el ABP y en las buenas prácticas que he tenido la oportunidad de conocer desde el CEP Málaga. El ABH no aporta nada que no se usara ya. Más bien, estructura estrategias didácticas contrastadas y las enfoca hacia la animación a la lectura, a partir de la siguiente secuenciación:

FASE DE VINCULACIÓN

Esta primera fase guía al alumnado en un acercamiento inicial a la historia, es previa al inicio de la lectura y busca despertar el interés hacia la temática, los personajes y sus vivencias. Esta fase trata de establecer un vínculo emocional entre la historia y los futuros lectores. Aquí puedes ver cómo lo hacen en el CEIP Julio Caro Baroja.

  • Descubrimiento del contexto. Selecciona los elementos del contexto (real o ficticio) que puedan ser más interesantes para el alumnado, y preséntalos en forma de noticias, gráficas de datos, pequeñas narraciones, imágenes, canciones... Se trata de captar la atención, y para eso hay que buscar una vinculación con intereses y necesidades del alumnado. 
  • Acercamiento al vocabulario. Facilita la comprensión trabajando los términos más comunes o específicos de la historia. Juegos como el "Pasapalabra" resultan ideales para ello. 
  • Pregunta impulsora (de la lectura). Es la gran pregunta, la que tiene que conseguir que no puedas vivir sin leer la historia. Se apoya en el contexto y se refiere a los personajes. Ejemplo: Las reglas del cártel dictan que solo hay dos salidas: rejas o gusanos. Sergio Robles tiene otros planes, ¿lo conseguirá?

FASE DE INVESTIGACIÓN

Es una investigación sobre la historia, que se produce a medida que se lee. Es un proceso de descubrimiento guiado que pretende facilitar la comprensión y orientar el aprendizaje hacia los contenidos seleccionados. En esta fase tienen cabida los siguientes productos de investigación:

  • Recreación de lugares. Se trata de poner imagen (a través de dibujos, composiciones fotográficas u otras manifestaciones artísticas) a las principales ubicaciones de la historia. Este producto combina muy bien con líneas del tiempo que recojan los principales acontecimientos. 
  • Análisis de personajes. Puede ser una "ficha de personaje" que el lector irá completando a medida que va conociendo al personaje, un análisis de las relaciones a través de esquemas, o una clasificación en función del color del personaje (aquí tienes un ejemplo de esto). 
  • Aprendizajes (propios o de los personajes). Esta fase se presenta en forma de preguntas, que vinculan el contenido educativo y el de la historia. Por ejemplo: ¿Qué consecuencias tuvo para Sergio Robles trabajar para el cártel? (aprendizaje del personaje), o En tu opinión, ¿merece la pena correr esos riesgos para ganar dinero rápido? (aprendizaje propio).

FASE DE CREACIÓN

Esta fase se construye a partir del conocimiento generado en las anteriores: las emociones personales, el contexto de la historia, lugares, personajes, aprendizajes... La tesitura en la que colocamos al alumnado es: Utiliza todos esos elementos (o los que seleccionemos, o seleccione) para construir tu propia historia. No le vamos a pedir que redacte, sino que invente. El matiz es importante. Los pasos a seguir podrían ser:

  • Selección. Ordena y selecciona información acumulada. Vamos a invitarles a crear los "mimbres" de su propia historia. 
  • Construcción. Es gran evento de esta fase, es el momento de la creación, y para ello utilizaremos una valiosa herramienta de Storytelling: el viaje del héroe
  • Publicación. Y si creamos, es para compartir con el mundo (y no solo con el docente). Mi experiencia me ha enseñado que en esta fase es mejor dar libertad: cada cual puede contar la historia en el formato que prefiera: podcast, cómic, relato... Los recursos de tecnología educativa son muy variados para este fin.




Principios DUA


Foto de IStock vía National Geographic

Tras análizar qué son los Diseños Universales de Aprendizaje (DUA), es el momento de profundizar en cómo aplicarlos. Para ello partiremos de la base neurocientífica de esta teoría, que plantea que el cerebro aprende gracias a la intervención de tres grupos de redes neuronales que tenemos que considerar en nuestros diseños pedagógicos.

Grupo 1: las redes afectivas (por qué aprender)

Las redes que intervienen en las emociones y en la motivación se localizan en el lóbulo frontal, y se activan cuando relacionamos los aprendizajes con los intereses del alumnado o la utilidad que percibe. Para lograrlo, el DUA propone:

Proporcionar múltiples formas de implicación, para permitir que cada persona encuentre su incentivo para el aprendizaje y se sienta motivada en este proceso (Principio 1 del DUA)

Este principio defiende que las personas difieren en la manera de asimilar el aprendizaje. Podemos encontrar un ejemplo de su transposición didáctica en la animación a la lectura. Lo que nos motiva a leer es la vinculación emocional a las historias que contienen los textos. Para mejorar la accesibilidad, se puede acompañar cada lectura con interpretaciones narrativas, con música relacionada con los libros y con investigaciones de aula acerca de las realidades que los inspiran. Con ello, se promueven las emociones positivas asociadas al relato y se facilita su comprensión. ¡No te pierdas cómo lo hacen en este cole!

Grupo 2: redes de reconocimiento (qué se aprende)

Las redes de reconocimiento están localizadas en la parte posterior del cerebro, y se activan cuando integramos la información nueva en patrones de conocimiento anteriores, dando lugar a nuevas conexiones neuronales. Para lograrlo, el DUA propone:

Proporcionar múltiples formas de representación de la nueva información. Así se amplían las oportunidades del alumno para integrarla en su patrones de conocimiento y, con ello, comprenderla (Principio 2 del DUA)

Este principio acepta que es necesario transmitir el mismo mensaje didáctico de varias formas diferentes. De este modo, aseguraremos que más personas lo comprendan. Podemos encontrar un ejemplo de su transposición didáctica en las asambleas de Educación infantil, en las que el propio alumnado explica lo que aprendió el día anterior. Así, la asamblea se convierte en una estrategia cooperativa para la socialización del aprendizaje y representa una nueva oportunidad para que el alumnado que no comprendió, comprenda. Para lograrlo, son sus iguales los que transmiten el conocimiento, y lo hacen con sus palabras, relacionándolo con su vida cotidiana.

Grupo 3: redes estratégicas (cómo se aprende)

Las redes estratégicas están localizadas en los lóbulos frontales del cerebro y se encargan de los parámetros ejecutivos de cualquier tarea. En otras palabras, son las redes que activan las acciones que derivan en el aprendizaje. Para lograrlo, el DUA propone:

Proporcionar múltiples formas de acción y expresión para que cada alumno encuentre la forma de experimentación que mejor se ajuste a sus habilidades estratégicas (Principio 3 del DUA)

Este principio propone ir más allá de la reproducción del conocimiento como cauce de expresión. Encontramos un buen ejemplo de su transposición didáctica en la metodología ABP. Cuando los equipos presentan sus productos de aprendizaje tiene lugar una acción cooperativa que provoca una reacción individual. Vergara (2015) denomina este fenómeno como “Efecto de la cama elástica”. El “rebote” puede canalizarse animando a que cada alumno también muestre su aprendizaje de forma individual, a través de murales, creación de relatos, diseños informáticos, etc.

El conocimiento tiene un efecto diferente en cada persona, y el proyecto ABP también debe articular la posibilidad de que cada alumno lo exprese como considere.

Diseños Universales de Aprendizaje


Foto de Enrique Sánchez vía Flickr

Cada vez son más las medidas didácticas que favorecen la atención a la diversidad. El Aprendizaje basado en proyectos (ABP), los paisajes de aprendizaje o los cuadrantes de Bloom son buenos ejemplos. En este post nos centraremos en una propuesta novedosa y específica para el ámbito de la inclusión: el Diseño Universal para el Aprendizaje (en adelante DUA).

Esta metodología se inspira en un movimiento crítico originado en la arquitectura norteamericana, que puso en cuestión la tendencia dominante de diseñar edificios dirigidos al “ciudadano promedio”. Diseños que no tenían en cuenta las diferencias funcionales que existen entre las personas. Frente a ello, se propuso diseñar edificios accesibles para toda la población. La premisa era: “El error no es ser diferente, sino diseñar sin tener en cuenta que existen diferentes usuarios a los que hay que proporcionar las mismas oportunidades”. Algo parecido sucede con el acceso al currículum del alumnado NEAE, así que este movimiento basado en diseños universales se extendió a la educación.

La DUA es una metodología inclusiva, con base en la neurociencia, que ayuda a configurar un contexto didáctico que maximiza las oportunidades de aprendizaje de todo el alumnado.

Según la teoría de Donald Hebb, desde una perspectiva neurocientífica, el aprendizaje es un mecanismo elemental de plasticidad sináptica y se produce por la activación de redes neuronales afectivas, de reconocimiento y estratégicas. Los pincipios de la DUA se orientan a activar estas tres redes. Desde el punto de vista didáctico, esto se logra vinculando el contenido a tres preguntas:

Proporcionar múltiples formas de implicación, para permitir que cada persona encuentre su incentivo para el aprendizaje y se sienta motivada en este proceso. Principio 1 del DUA y respuesta a la pregunta: ¿POR QUÉ APRENDER?

Proporcionar múltiples formas de representación de la nueva información. Así se amplían las oportunidades del alumno para integrarla en su patrones de conocimiento y, con ello, comprenderla. Principio 2 del DUA y respuesta a la pregunta: ¿QUÉ APRENDER?

Proporcionar múltiples formas de acción y expresión para que cada alumno encuentre la forma de experimentación que mejor se ajuste a sus habilidades estratégicas. Principio 3 del DUA, y respuesta a la pregunta: ¿CÓMO APRENDER?